En verdad, Roma es «la Ciudad Eterna», con sus tres mil años de historia única y fascinante; con sus iglesias, palacios y fuentes; Roma, donde detrás cada esquina o edificio se puede encontrar un secreto, una leyenda, una historia.
Como obviar que no se puede dar un paso por las calles romanas sin pisar suelo histórico; la ciudad que llevó sus legiones a conquistar el mundo, la Roma de los Cesares, palpita aún bajo el pavimento y los inmuebles de la ciudad moderna; y aquí y allá, venciendo la lápida que el tiempo ha colocado sobre ella, surgen las huellas de su glorioso pasado.
Pisando el suelo de Roma, sentimos a César tan próximo a nosotros que nos parece imposible que entre su mundo y el nuestro hayan transcurrido dos mil años: las mismas losas que hollaron sus sandalias reciben hoy el contacto de las suelas de nuestro calzado; el sitio donde cayó, asesinado por Bruto y los conjurados, está a nuestra vista casi tal cual era en aquel trágico momento. Desde la única estatua auténtica de César, que existe en el Capitolio, podemos partir para nuestro paseo por el Foro y leer allí la arenga de Marco Antonio ante el cadáver de aquél, en el mismo lugar donde él la pronunció.
Noe de León
Muy buenas las fotos Chris
Me encanta la del ángel 😉
28 oct, 2009 @ 23:02